Los sucesivos acuerdos a los que han llegado los diferentes gestores de la compañía han hecho que la plantilla de Iberia sea en la actualidad propietaria de entre el 6 y el 7% del capital. A esta situación se ha llegado, primero con una opción de compra y luego al compensar con títulos los incrementos de productividad que se han ido pactando.

Además, esta circunstancia convierte a los trabajadores, como grupo, en uno de los accionistas destacados de la copañía, aún en el caso de que la Oferta Pública de Venta (OPV) de acciones prevista para los próximos meses no incluya una oferta preferente para los trabajadores, como se ha hecho en casi todas las grandes privatizaciones acometidas hasta la fecha.

Las mismas fuentes indicaron que los sindicatos han estado informados de los planes de la dirección y que conocían la intención del Estado de proceder a la venta total antes del verano.

En este sentido, puntualizaron, "la empresa está en su perfecto deecho de ser privatizada, y como sindicato es absurdo intentar parar esa tendencia después de las grandes ventas de empresas públicas que se han ido acometiendo en los últimos años".

"Ahora lo que interesa", afirman los sindicatos de Iberia, "es la estabilidad en el empleo y la exigencia de que los nuevos accionistas tengan voluntad industrial y de permanencia", tanto del capital como de los empleos.