Además, el comité de empresa tiene la intención de iniciar la próxima semana contactos con la Administración para evitar el cierre de la factoría. El presidnte del comité, José Fernández, manifestó al término de la última asamblea que "este cierre es una jugada más de las multinacionales en este país".

"En este país existe una política en la que no existe una defensa de los trabajadores de los puestos de trabajo", dijo. "No entendemos que un Gobierno socialista pueda permitir que una empresa como esta pueda cerrar con millonarios beneficios".

El representante del comité de empresa agregó que "es inconcebible e inexplicable que se cierre esta fábricaen una comunidad como Andalucía, con una tasa de paro impresionante". "A partir de ahora el mantenimiento del empleo es lo fundamental para nosotros y vamos a hacer todo lo posible para ello, aunque ahora tenemos que tranquilizarnos e intentar buscar soluciones".

Por su parte, el viceconsejero andaluz de Trabajo, Ramón Marrero, ha adelantado que la Administración autonómica no va aceptar el cierre de Gillette si su dirección no cambia los planteamientos iniciales.

Ramón Marrero considera "inconceible" el cierre de esta factoría, teniendo en cuenta los beneficios obtenidos por la multinacional norteamericana durante el último año, que ascendieron a más de 700 millones de pesetas.

La dirección de Gillette insiste en que el cierre de la planta en Sevilla es "irrevocable" y reiteró que "no va a presentar expediente ni va a abrir periodo de consultas".