Según elestudio de UGT, "la precariedad en la que trabajan muchos asalariados españoles, se incrementa en el caso de los inmigrantes, que realizan las tareas más duras y desagradables, que los trabajadores nacionales rechazan, como la construcción, labores del campo y servicios domésticos.

En opinión del sindicato socialista, eso obedece a la percepción de "provisionalidad y eventualidad" de la situación legal de los inmigrantes, que está sujeta a la continuidad en las renovaciones de los permisos de trabajo. Denunciar el incumplimiento del contrato por parte de los empresarios puede llevar a los trabajadores extranjeros a perder el empleo y, por consiguiente, a la no renovación de sus permisos, De ese modo, según UGT, se consigue "disuadir de la reivindicaicón sociolaboral e inducir la aceptación de unas condiciones injustas y explotadoras".

En cuanto a la situación de los inmigrantes ilegales, UGT destaca "los factores de explotación de los empleadores, haciéndoles trabajar hasta 18 horas al día, inluso domingos y festivos".

UGT reclama para ese sector de trabajadores un trato más digno por parte de los empleadores, así como la equiparación con los derechos que tienen los trabajadores españoles.

El estudio también recoge el aislamiento social, que abarca desde los problemas derivados para lograr el alquiler de una vivienda hasta la educación de los hijos, que en muchos de los casos no están escolarizados.

El sindicato liderado por Nicolás Redondo considera que las circunstancias actuals en que concurren los trabajadores inmigrantes en nuestro país necesitan una política integral, que tenga en cuenta elementos de integración en la sociedad española, y dé suficiente participación a los interlocutores sociales, organizaciones voluntarias y a las asociaciones de inmigrantes.

Según el estudio de UGT, el 56 por cien de los inmigrantes residentes en España son europeos, de los que el 70 por cien residen en Madrid. Americanos y africanos están representados con un 21 y casi un 15 por cien,respectivamente.