Según explicó a Servimedia la secretaria de Política Social de Comisiones Obreras de Madrid (CCOO-Madrid), Ana González, a los trabajadores no sólo se les negó la carta de despido, sino que todavía no se les ha pagado su último salario de 2008 ni la paga extraordinaria de Navidad.

González denunció que en un escenario como el actual "los primeros expulsados del empleo son los más vulnerables" y denunció que muchos empresarios "se aprovechan" de la discapacidad de sus empleados para someterlos "a condiciones salariales y de empleo infrahumanas".

Asimismo, advirtió de que en estos centros especiales de empleo, "aunque se trata de empleo protegido, no existen controles y medidas de inspección de cara a que se cumplan los criterios necesarios de salud laboral".

Según el sindicato, los empleados trabajaban en unas condiciones durísimas, con temperaturas bajo cero en invierno y por encima de 50 grados en verano.

Además, denuncia que los horarios se les cambiaban constantemente y sin comunicación previa y que las instalaciones carecían de jabón, toallas, botas de seguridad o ropa de trabajo, entre otros.

Los empleados, asegura CCOO, también tenían que comer en la acera o encima de las máquinas y se sentían "acosados, despreciados y anulados" por sus jefes, quienes les prohibían ir al baño. También, si la empresa no tenía trabajo, se lo descontaban del sueldo o de las vacaciones.