El texto del documento es el siguiente:

"Desde la injsta soledad en que nos encontramos los trabajadores de "Ya", desde la angustia por el drástico cariz que toman los acontecimientos y desde nuestra profunda indignación por no ser merecedores, en ningún caso, de esta ominosa situación, hacemos una dolorida llamada a todas aquellas personas e instituciones que, de una u otra forma, han estado o están vinculadas a este histórico diario y, en particular, a la Iglesia española y su Conferencia Episcopal, que hizo bandera con nuestras páginas a lo largo de más d medio siglo".

"Lanzamos también este grito desesperado, pero no agónico, en la remota creencia de que penetre en las conciencias de aquellos que desde la moqueta de los despachos o desde la tranquilidad de sus residencias veraniegas diseñan nuestras vidas y las de nuestros hijos".

"En este agosto terrible para unas familias que ven cómo se desvanece por momentos su único medio de vida, es preciso señalar que el periódico "Ya", con casi 50.000 ejemplares de venta, unas infraestructuras dignas y u personal profesional y responsable entregado en cuerpo y alma a la superación de las dificultades, por muy grandes que éstas sean, se merece al menos el intento de correción de esta grave coyuntura, en ningún caso imputable a los trabajadores, quienes, hoy más que nunca, son el auténtico latido de esta tradicional cabecera".