Fuentes del comité de empresa informaron hoy a Servimedia que Gestiber, sociedad dedicada a reflotar empresas con dificultades económicas y actual propietaria de Boetticher y Navarro, ha icumplido desde que adquirió la factoría el convenio colectivo firmado en 1986 con los anteriores dueños, la familia Erhart.

El convenio, con una duración de cinco años, coincidió con un anuncio de suspensión de pagos y recogía un acuerdo para rebajar gradualmente la plantilla mediante bajas voluntarias incentivadas con 4 millones y un incremento paralelo al del IPC de cada ejercicio y jubilaciones a los 53 años.

Los trabajadores aseguran que, aunque Gestiber está dedicada a reflotar empresas con ificultades, "no se le conoce empresa que haya salido de su crisis". Añadieron que "lo común" es el cierre de las sociedades que compra o el abandono patronal después de haberlas descapitalizado.

En el caso de Boetticher y Navarro, acusan a Gestiber de haber paralizado prácticamente la contratación desde que compró la fábrica en 1988, y de adeudar a los trabajadores unos 120 millones de pesetas por el impago de la nómina desde hace 4 meses.

A juicio del comité de empresa, el objetivo de la direccón es suprimir la plantilla y especular después con los 72.000 metros cuadrados que ocupa, haciendo que el Estado sea el que "corra con las indemnizaciones" a través del Fondo de Garantía Salarial.

Las mismas fuentes señalaron que las indemnizaciones a las que tendrían derecho los trabajadores por el cierre de la fábrica podrían ascender a unos 350 millones de pesetas.