Las retenciones provocadas por la marcha impidieron asimismo el tráfico normal en las calles del unicipio de Torrejón y el fluido paso de vehículos en los accesos al casco urbano desde las cinco de la tarde.

En un primer momento, sólo un centenar de vehículos pudieron traspasar las puerta de salida de la base, ante la prohibición de la policía militar que custodia la zona, pero finalmente los efectivos policiales se vieron desbordados por la avalancha de vehículos.

El caos circulatorio, a pesar de la presencia de motoristas de la Guardia Civil de Tráfico, se hizo patente desde el primer mometo, provocando riesgos de accidentes, a causa de los continuos adelantamientos por la zona del arcén y la mediana protagonizados por los coches ajenos a la protesta deseosos de salvar el atasco.

El motivo de la protesta de los trabajadores españoles de la base es llamar la atención del Ministerio de Defensa para que se siente a negociar el futuro de los más de mil empleados de la instalación militar.

Hasta ahora, más de 130 empleados de bases hispano norteamericanas han recibido la carta de despio, de los que 62 pertenecen a la base de Torrejón, y el Ministerio de Defensa no ha adoptado ningún compromiso formal para su recolocación, según informaron a Servimedia fuentes del comité de empresa.

La reducción del personal español en las bases militares hispano-norteamericanas es consecuencia de la disminución de efectivos estadounidenses acordada en el último convenio de cooperación entre España y Estados Unidos, firmado en 1989.