En una improvisada rueda de prensa en el cruce entre Raimundo Fernández de Villaverde y el Paseo de la Castellana, tras reunirse con miembros de los equipos de seguridad y autoridades de la Comunidad de Madrid, el alcalde anunció un cierre perimetral para todo tipo de actividades comerciales y de trabajo alrededor del siniestrado edificio "Windsor" hasta que los técnicos de control de edificación del Ayuntamiento de Madrid analicen el estado del edificio.

Teniendo en cuenta, explicó el alcalde, que el incendio todavía no está ni siquiera controlado, y mucho menos extinguido, se decidió en la reunión que ni lunes, ni martes, ni miércoles se abrirán las puertas de El Corte Inglés, la estación de Metro y Cercanías de Nuevos Ministerios y tampoco podrán abrirse las sedes de empresas como BBVA, Grupo Santander, Sacyr Vallehermoso, Banco Guipúzcoano, entre otras.

El alcalde confirmó, leyendo el informe del jefe del siniestro, que el fuego que empezó en los pisos 21 y 22, se propagó tan rápido y con efectos tan devastadores, entre otras razones, porque la escalera central no tenía ventilación y había una falta de equipos de extinción de incendios.