El portavoz de los trabajadores de lditrans, Enrique Cercadillo, manifestó hoy que "seguiremos en la Paloma de la Paz y sí quisiéramos contar con el respeto que hasta ahora nos ha mostrado Herri Batasuna. Y no quisiéramos, por nada del mundo, tener que lamentar otros posibles incidentes. Nosotros no queremos otra cosa que volver a lo mismo, que José María esté en casa con nosotros".

Cercadillo señaló que los sucesos de ayer "son totalmente ajenos a nuestras concentraciones, puesto que nuestras concentraciones siempre son pacíficas, apoíticas e independientes; y nuestro lema y objetivo es muy claro: la puesta en libertad incondicional de nuestro compañero, amigo y jefe, José María".

El portavoz de la familia Aldaya, Ignacio Altuna, encargado de hacer llegar a los medios de comunicación el sentir de la familia, lamentado los altercados y expresó el convencimiento de que hay espacio para las dos concentraciones siempre que exista respeto mutuo.

Agregó que la violencia "no aporta solución alguna ni para los problemas que tenemos dntro de nuestro pueblo ni para los problemas concretos por los cuales estamos dos grupos distintos pidiendo una reivindicación".