Don Juan de Borbón, que lleva seis meses ingresado e la Clínica Universitaria de Navarra aquejado de un tumor de hipofaringe y boca de esófago, mantiene sus constantes vitales regulares y está ligeramente sedado.

El último parte médico remitido por el doctor García Tapia señalaba la "extremada preocupación" y el peligro de un agravamiento en el estado de don Juan de Borbón, en caso de que se produjera una recaída como la sufrida la noche del pasado lunes.

Los reyes, tras permanecer toda la mañana junto al conde de Barcelona, comieron en un restaurnte de Pamplona para volver posteriormente al centro sanitario, que se encuentra abarrotado de personas que quieren ver a los monarcas.

El rey don Juan Carlos comentó esta mañana que su padre había pasado una buena noche y agradeció a los periodistas y a los presentes el interés mostrado por su salud.

Sobre la posible presencia del príncipe Felipe y las infantas, Cristina y Elena en Pamplona, Asunción Valdés dijo que "los nietos están acompañando a doña María en Madrid" y agregó que se trasladará a la capital navarra cuando se considere oportuna su presencia.

Las audiencias reales, por su parte, continuarán suspendidas mientras continúe la incertidumbre sobre el estado de salud de don Juan de Borbón.

Mientras tanto, las llamadas telefónicas a la clínica continúan sumándose y así hoy telefoneó el presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, quien se interesó por la evolución del conde de Barcelona, según informaron fuentes del centro sanitario.