Estos datos muestran que en los ocho primeros meses del año se registraron en el sector de la construcción un total de 152.946 accidentes leves, 2.032 graves y 193 mortales. Las previsiones de CCOO apuntan a que en el conjunto del año, viendo la elevada siniestralidad registraa este mes, se superarán las cifras del 99, y los accidentes leves, graves y mortales en la construcción rondarán los 210.000, 3.000 y 300, respectivamente.

Para el secretario general de la Federación de la Construcción de CCOO, Fernando Serrano, es "vergonzoso" que con estos datos el partido del Gobierno rechazara ayer en el Congreso la proposición de ley de la iniciativa legislativa popular reguladora de la subcontratación, promovida por CCOO, que permitiría, a su juicio, mejorar la estabilidad en e empleo y reducir la siniestralidad.

Serrano explicó a esta agencia que la próxima semana se reunirá con UGT para decidir un calendario de movilizaciones, que culminará con una huelga general en la construcción de todo el país para el mes de enero. En la primera semana de diciembre posiblemente convocarán una concentración de delegados en Madrid ante la sede del PP, en la calle Génova.

"Esto no puede quedar así", dijo Serrano, quien cree que la actitud de ayer del Gobierno y la elevada siniestraldad que hay en el sector requiere de "una respuesta firme y contundente de protesta de todo el sector de la construcción".

A juicio de Serrano, ayer el PP "hizo lo propio de un partido que tiene la arrogancia y la mayoría absoluta; y ejerció el rodillo contra algo que a todas luces es justísimo. Han apostado porque continúe la jungla en la que se está trabajando en el sector de la construcción y por profundizar en la precariedad en el empleo".

Para Serrano, el PP y el Gobierno "se han convertido n cómplices auténticos y directos de todo lo que sucede en el sector de la construcción en materia de siniestralidad laboral"· Añadió que fue "una auténtica vergüenza que ayer los bancos azules del Gobierno, incluido el ministro de Trabajo, ni se dignaran a estar sentaditos allí para participar en el debate sobre un sector en el que mueren más de 300 trabajadores cada año por falta de seguridad".

A su juicio, esta actitud supone un "ejercicio de soberbia contra los trabajadores de la construcción". Serano acusó al Gobierno de haber mirado más los intereses económicos de las empresas de la construcción que a la búsqueda de soluciones para paliar la elevada siniestralidad que hay en el sector.