La intervención de Esplá se inscribe en un ciclo de conferencias sobre Goya y los toros, y llevará por título "La tauromaquia de Goya en la visión de un torero.

El Museo del Prado ha dedicado este año una exposición a las estampas taurinas de Goya, en las que trasluce tanto la afición del pintor aragonés por los toros como la extrema dureza que la fiesta tenía a finales del siglo XVIII y principios del XIX.

La fiesta de los toros era denostada por muchos de los amigos ilustrados de Goya, entre ellos Jovellanos, que produjeron una abundante literatura antitaurina, llegando a conseguir la prohibición temporal de las corridas.

En aquellos años, los tros eran una mezcla entre lo que son hoy y algo comparable al circo romano. Algunas de las suertes que practicaban las figuras de entonces, como Pepe Hillo o Martincho el Navarro, incluían proezas como matar a un toro sentado en una silla y con los pies atrapados en grilletes, o el salto con pértiga por encima del toro. Goya y otros artistas de la época dejaron estampas de estas increíbles suertes de la tauramaquia dieciochesca.