Clima
Las tormentas en el Antártico expulsan CO2 a la atmósfera
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Un equipo de científicos afirma que las tormentas sobre las aguas que rodena la Antártida provocan una liberación de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
Así lo explican en un estudio realizado por ocho investigadores de instituciones de Estados Unidos, Noruega, Sudáfrica y Suecia, y publicado en la revista ‘Nature Communications’.
El grupo de investigación utilizó robots oceánicos avanzados para el estudio, lo que proporciona una mejor comprensión del cambio climático y puede conducir a mejores modelos climáticos globales.
El océano Antártico, que rodea la Antártida, desempeña un papel importante en el clima global porque sus aguas contienen grandes cantidades de CO2. El nuevo trabajo examina los procesos complejos que impulsan los flujos de gases aire-mar, como el dióxido de carbono.
“Mostramos cómo las intensas tormentas que a menudo ocurren en la región aumentan la mezcla de los océanos y traen aguas ricas en dióxido de carbono desde las profundidades a la superficie. Esto provoca una desgasificación de dióxido de carbono del océano a la atmósfera. Ha habido una falta de conocimiento sobre estos procesos complejos, por lo que el estudio es una clave importante para comprender la importancia del océano Antártico para el clima y el balance global de carbono”, explica Sebastiaan Swart, profesor de oceanografía en la Universidad de Gotemburgo (Suecia) y coautor del estudio.
La mitad de todo el CO2 contenido en los océanos del mundo se encuentra en el Antártico. Al mismo tiempo, se espera que el cambio climático provoque tormentas más intensas en el futuro, por lo que es vital comprender el impacto de las tormentas en la liberación de dióxido de carbono a la atmósfera, según los investigadores.
“Este conocimiento es necesario para poder hacer predicciones más precisas sobre el cambio climático futuro. Actualmente, estos procesos ambientales no son capturados por los modelos climáticos globales”, indica Marcel du Plessis, de la Universidad de Gotemburgo.
Medir las aguas inaccesibles y tormentosas alrededor de la Antártida durante un largo periodo de tiempo es un verdadero desafío que los investigadores abordaron con la ayuda de una tecnología robótica única. Durante varios meses, robots oceánicos autónomos, drones y planeadores oceánicos recopilaron datos desde la superficie hasta profundidades de un kilómetro.
“Esta tecnología pionera nos dio la oportunidad de recopilar datos con una larga duración, lo que no hubiera sido posible a través de un buque de investigación. Gracias a estos robots oceánicos, ahora podemos llenar importantes lagunas de conocimiento y obtener una mejor comprensión de la importancia del océano para el clima, indica Swart.
(SERVIMEDIA)
30 Ene 2022
MGR/clc