Para Gull, "la crisis en los mercados financieros revela cuáles son las diferencias entre nuestras operaciones y las de los bancos convencionales. Estas explican, al menos en parte, por qué el efecto de la crisis financiera ha sido mínimo en nuestras operaciones hasta ahora", afirma en un comunicado.

Desde esta entidad se señala que las principales entre estos modelos son la total transparencia en sus operaciones, la inversión en actividades productivas y no especulativas, y la inclusión de criterios éticos en la valoración de los proyectos financiados.

Oikocredit ha optado por poner en marcha una política que protege a sus inversores en la mayor medida posible, y dispone de una cartera muy diversificada que consiste en préstamos a socios de más de 60 países.

Según Gull "ofrecer acceso a capital a millones de pobres es un primer paso necesario para desarrollar los mercados internos y dar estabilidad a la sociedad, para utilizar el talento y la energía de millones de personas que actualmente están marginadas y, también, para aumentar su autoestima e independencia".