Según informó hoy el diario "El Mundo", la Diputación de Guadalajara abusó de la contratación a dedo y cometió numerosas irregularidades en la gestión que realizó entre 1993 y 1996 de las ayudas que recibió de la Junta de Castilla-La Mancha, de acuerdo con un informe realizado por la Sindicatra de Cuentas castellano manchega, a petición de las Cortes regionales.

En declaraciones a un grupo de periodistas hoy en Vitoria, donde participó en una reunión del Grupo del PP en el Senado, Tomey afirmó que "lo que está claro es que en la Diputación de Guadalajara nunca ha habido corrupción y todas las pesetas han sido invertidas íntegramente en la provincia".

Tomey explicó que la Sindicatura de Cuentas está presidida por "un rebotado del PP" (que fue parlamentario popular), por lo que manifesó sus dudas acerca de la imparcialidad del informe, al tiempo que lamentó que éste hubiera sido filtrado a la prensa.

Aseguró que todas las operaciones realizadas recibieron el visto bueno tanto de la Secretaría como de la Intervención General de la Diputación, así como "todo el dinero ha sido invertido íntegramente en los proyectos que fueron aprobados no ha habido ningún desvio de ese dinero".

A su juicio, en el informe "se tergiversa todo y se termina por personalizar en mí". Atribuyó la publiación de este nuevo presunto caso de corrupción al PSOE de Castilla-La Mancha y dijo que "esta forma de hacer política es muy rastrera. Algún temor", concluyó, "tendrían políticamente conmigo, ya que debo de ser un rival eletoral muy importante (para los socialistas)".