La declaración pudo tener carácter institucional, es decir, con todo el apoyo de la Cámara, porque los representantes de Herri Batasuno no estuvieron presentes en el ese punto del orden del día, para expresar el rechazo a su contenido.

En su declaración, el Parlamento vasco "muestra su solidaridad con todas las personas de la enseñanza que han sido objeto de amenazas públicas o privadas. Asimismo declara su más firme repulsa por este nuevo ataque a la libertad de expresión y anima al cnjunto de los ciudadanos vascos a mostrar su apoyo al colectivo amenzado y su rechazo a estas prácticas de claro corte fascista".

"El Parlamento vasco", señaló el presidente de la Cámara, "insta al Gobierno vasco para que siga respaldando a todas aquellas personas o colectivos que, por cualquier causa o motivo, se vean afectados por las coacciones, las amenazas y la intransigencia de los violentos".

Las amenazas contra enseñantes se pusieron claramente de manifiesto a principios de este mes al coocerse el contenido de unos panfletos enviados a colegios del País Vasco, en los que se animaba a los alumnos a acallar a los profesores que los violentos llaman "españolazos".

El panfleto, sin firma y titulado "Herri Ekintza (Acción del Pueblo), iba dirigido a organizaciones sindicales, asociaciones de padres de familia y consejos escolares. Bajo el lema "quien avisa no es traidor", señalaba que "quien o quienes jueguen a txakurras (perros) de la enseñanza deben saber que conocemos sus datos, sus coces, sus domicilios, su vida".

El escrito indicaba que a los profesores que "no quieren vivir en una Euskal Herri libre, siempre pueden abandonar nuestro país", y daba una serie de consejos sobre el uso de barras de hierro, porras y cuchillos. El panfleto concluía con la expresión "buena caza".