El documento, cuyos siete puntos han sido apoyados por las ejecutivas de Unión del Pueblo Navarro (UP), PSN-PSOE, Convergencia de Demócratas Nvarros (CDN), Izquierda Unida y Eusko Alkartasuna, reiter la necesidad de defender la pluralidad democrática, el respeto de todos los proyectos políticos y el apoyo a un final dialogado de la violencia si existen las condiciones oportunas para lograr una sociedad reconciliada.

El acuerdo rechaza tajantemente la violencia de ETA por razones éticas y por entender que en la actualidad todas las ideas pueden defenerse sin necesidad de actividades terroristas.

Por ello, reclama a la organización terrorista el abandono inmediato y definitivo de las armas, a in de resolver, mediante el diálogo entre el Estado y quienes dejen la violencia, los conflictos planteados.

Tras defender el derecho de todos a manifestarse sin coacciones, el texto subraya su defensa del Estado de Derecho. En este sentido, se pide el rápido y justo esclarecimiento de las tramas del GAL y la depuración de responsabilidades.

También se hace una condena expresa a la violencia callejera, que el pasado año causó daños superiores a los 300 millones en la Comunidad Foral.

En el cnvencimiento de que la paz es posible, los firmantes del documento acaban realizando un llamamiento al compromiso social.