El Supremo señala que el real decreto no alude a la profesión de podólogo, sus títulos, incompatibilidades u honarios, aunquereconoce que el título de técnico en estética personal incluye algunas materias incluídas en la diplomatura de Podología.

Sin embargo, el Alto Tribunal argumenta que si bien el título de técnico en estética aborda "tangencialmente" funciones propias de los diplomados en Podología, no se inmiscuye en los cometidos que se atribuye a los podólogos.

Por este motivo, el Supremo rechaza que el hecho de que ambos títulos tengan materias comunes, pueda llevar a la confusión entre las dos profesiones.

En este sentido, la sentencia indica que "aplicar cuidados estéticos (...) presentar y promocionar productos, utensilios y aparatos de belleza", no supone una interferencia en las funciones de un podólogo.

Asimismo, reitera que "no se empeña la imagen del titulado en Podología" por el hecho de que los titulados en estética sepan de anatomía y fisiología humana, cosmética para manicura, pedicura y tratamientos estéticos de manos y pies, escultura de uñas y estetica de manos y pies, entre otras materia.

Por último, señala el Alto Tribunal que si un esteticista observa una patología que trasciende de su ámbito sabe que debe remitir al cliente a consulta médica.