Solchaga explicó que ahora será muy difícil bajar los tipos de interés porque la lucha contra la inflación deberá apoyarse más en medidas de restricción monetaria, al no existir consenso sobre la política de rentas y precios.

"Yo creo que, con el pacto, se habría tardado un año en encontrar el equilibrio de las grandes cifras, y así tardaremos dos. Habrá que esperar hasta el 93, pero tendremos éxito", aseguró.

En ese periodo, añadió, será precisoaplicar una política fiscal más restrictiva, con subidas de impuestos que no afectarán al IRPF, pero sí al IVA.

Solchaga aseguró que no pretende dramatizar la situación, "pero es que nos encontramos en un país que tiene una inflación del 6 por ciento, y que debe tenerla en torno al 3 por cien, para ser competitivos en Europa".

En su opinión, el Gobierno ha mostrado una posición flexible en la negociación del pacto y, si los sindicatos adoptasen la misma actitud, todavía sería posible llegar a un cuerdo.

Insistió en que "estaremos con la puerta abierta, aunque este primer intento no haya salido bien", porque los países europeos donde hay concertación entre los interlocutores sociales "funcionan mejor".

A su juicio, la falta de pacto supondrá menos inversión, y un menor ritmo de crecimiento de la producción y del empleo, lo que perjudicará sobre todo a los trabajadores, al aumentar el paro.