Tiene antecedentes delictivos desde 1948 ----------------------------------------
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Un hombre de 79 ños, José Alfonso de Castilla-Trastamara y Duque de Estrada, pretendía realizar una "quiniela cultural" ilegal con medio millón de "cromos antológicos", según investigaciones de la Brigada de Documentación de Madrid, sección de Control de Juegos de Azar.
Los cromos, que fueron impresos en 1982 por una empresa de la localidad madrileña de Móstoles, hoy desaparecida, llevan números de seis cifras y se iban a vender a 200 pesetas.
No incluían una explicación concreta del medio, forma o del procediminto de sorteo, ni tampoco hacían referencia al modo en que podrían cobrar los clientes.
Por lo intervenido, los investigadores que participaron en la operación estiman que la cuantía total de la estafa hubiera alcanzado los cien millones de pesetas.
La policía informó a la autoridad judicial por apreciar en este caso, además de una infracción administativa, un posible delito de estafa.
José Alfonso de Castilla-Trastamara está policialmente conceptuado como delincuente habitual, con numeroso antecedentes por estafa y uso de nombre falso desde 1948. En la actualidad, un juzgado de Madrid tiene interesada su localización.
El presunto estafador constituyó la Editora Sol y presentó ante el Ministerio de Cultura un plan de propósitos, en el que anunciaba un capital social de 17,5 millones de pesetas, otro financiero de 15 millones y, asimismo, la creación de unos 5.000 puestos de trabajo, sin que nada de lo anterior se concretara en la práctica.
Su intención era poner en marcha lo que DeCastilla-Trastamara denominaba una "quiniela cultural".
A LA SEGUNDA, LA VENCIDA
Pero el proyecto falló y Editora Sol inició a principios de este año una segunda iniciativa denominada "Sorpresas Providenciales y Editoras de la Suerte, con el mismo objetivo de la "quiniela cultural".
Para difundir el juego, el anciano se relacionó con diferentes medios de comunicación y contrató también los servicios de una empresa publicitaria.
La campaña comprendía tres fases, dos de ellas ya finalizadas,y supondría la difusión en 50 expositores de estaciones de Metro, de 2.250 carteles anunciando la inminente puesta en marcha de la quiniela.
El importe del trabajo publicitario asciende a 4.066.515 pesetas, cantidad que la empresa publicitaria no ha cobrado todavía.
Gracias al contrato, los policías supieron que el domicilio social de Editora Sol, en el número 46 de la calle Hilarión Eslava de esta capital, era el de José Alfonso Castilla-Trastamara.
(SERVIMEDIA)
22 Jun 1991
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