En declaraciones a Servimedia, González de Amezúa aseguró que las obras del barón y su esposa, Caren Cervera, han permitido "completar lo que faltaba a los grandes museos españoles", con piezas muy destacadas de corrientes como la de los suprematistas rusos.

Para la Academia de Bellas Artes, España debe felicitarse además porque el barón cedió su colección en 1993 en unas condiciones bastante favorables para el Estado, y el proceso se ha culminado con un acuerdo entre los herederos que despeja cualquier riesgo de que los cuadros salgan algún día del país.

Para la historia internacional del are, González de Amezúa cree que Heinrich von Thyssen encarna un ejemplo de la valía que tienen las grandes colecciones privadas y de la necesidad de que reciban incentivos fiscales, porque al final éstas casi siempre terminan convirtiéndose en museos de protección estatal.

El barón falleció esta madrugada a los 81 años de edad en su casa de Sant Feliú de Guíxols (Gerona), acompañado de su esposa, a causa de una insuficiencia respiratoria.