Esa previsión de crecimiento es más pesimista que la última fijada por el Gobierno, del 2,9%, y la distancia es mucho mayor todavía en lo que se refiere a la inflación, terreno en el que el Ejecutivo se atiene al objetivo del 2% fijado para toda el área del euro.

Pese a odo, España será, de acuerdo con las previsiones de "The Economist" el país de mayor ritmo de crecimiento entre los quince más ricos, seguido de Australia (2,6%). Para el resto, las previsiones son las siguientes: Austria (1,8%), Bélgica (2,1%), Gran Bretaña (2,2%), Canadá (2,2%), Dinamarca (1,4%), Francia (2,2%), Alemania (1,2%), Italia (2%), Japón (-0,5%), Holanda (2%), Suecia (2,2%), Suiza (1,7%) y Estados Unidos (1,6%).

En relación al conjunto del área del euro, España crecerá este año ocho décima más, pero con una inflación nueve décimas mayor. La diferencia más negativa contra España está, sin embargo, en las cuentas exteriores, ya que registrará una déficit de la balanza por cuenta corriente equivalente al 2,8% del PIB, frente a sólo un 0,2% para el conjunto del área del euro.

Para el año que viene, "The Economist" pronostica que España crecerá un 2,9%, con una inflación del 2,8% y un déficit de la balanza por cuenta corriente equivalente a un 2,3% del PIB.

Eso supone que España será e tercer país rico en ritmo de crecimiento, tras Australia (4%) y Canadá (3,1%), pero el de mayor inflación.

"The Economist" revisa mensualmente su cuadro de previsiones macroeconómicas para los quince paises más desarrollados del mundo, promediando las estimaciones realizadas por una veintena de las principales entidades financieras del mundo, como Goldman Sachs, JP Morgan, Merrill Lynch, entre otras.