"THE ECONOMIST" EXIGE A LAS MUJERES QUE DEJEN DE MONOPOLIZAR LAS TAREAS DEL HOGAR

MADRID
SERVIMEDIA

La prestigiosa revista británica "The Economist" publica en su último número un editorial sobre el ascenso de la mujer en todos los órdenes de la vida, en el que les conmina a dar un ejemplo de generosidad renunciando, por ejemplo, al monopolio que tradicionalmente han ejercido sobre tareas caseras como limpiar, planchar, cocinar y cambiar los pañales a los niños

El editorial, titulado "Las mujeres invaden Marte" (tal vez porque ese planeta lleva el nombre del masculino dios de la guerra de la mitología grecolatina), señala que en las dos últimas décadas las mujeres han ganado mucho terreno en la batalla de sexos, hasta el punto de que obtienen mejores cualificaciones y en la mayoría de los países ricos "están llevándose la parte del león de los nuevos trabajos, mientras que los empleos tradicionalmente masculinos en la industria pesada tienden a desaparecer"

"The Economist" advierte de que un reciente estudio de dos economistas norteamericanos ha descubierto que las mujeres son mejores inversoras que los hombres y además ahora resulta que "incluso los deportes masculinos no están a salvo, con equipos de fútbol femeninos y mujeres boxeadoras. Y los expertos predicen que las mujeres podrían superar pronto a los hombres en la maratón y la natación de larga distancia. ¿Dónde acabará todo esto?".

Según la revista, que parece tomarse el asunto con ironía,"los hombres seguramente no encajarán todo esto con tranquilidad. Comprensiblemente, los pobrecillos se sienten amenazados. En años recientes, la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Gran Bretaña ha recibido más quejas de hombres que de mujeres. Y como los ejecutivos masculinos parecen sentirse pisoteados por sus rivales femeninas, varias firmas británicas están montando grupos de autoayuda sólo para hombres, a fin de darles la confianza que necesitan para afirmarse en su puesto".

"The Economist" ecalca que las aprensiones masculinas carecen de base porque las mujeres siguen ganando en promedio menos que los hombres y sólo son mujeres dos de los directores generales de las 500 mayores empresas del ranking" de "Fortune", pero el problema radica, añade, en que la conducta de los hombres en este terreno es irracional.

Lo racional sería, según "The Economist", que los hombres pidieran igual trato en las cuestiones en que están discriminados: que las mujeres también hagan el servicio militar, que pguen más en los planes de pensiones (puesto que tienen un promedio de vida mayor), y que a los hombres también se les dé la oportunidad de enfrentarse al "agónico dilema de elegir entre el trabajo y los niños" cuando uno de los dos componentes de la pareja debe tomarse el permiso de maternidad (o paternidad).

Otras ideas sugeridas por "The Economist" en favor de los hombres son las siguientes: que, al igual que ellas pueden ausentarse del trabajo alegando "problemas de mujeres", los hombres puedan invcar "problemas masculinos" para reponerse de la última resaca; que los clubes nocturnos ofrezcan días de entrada gratis a los hombres, como ahora hacen con las mujeres, y que, una vez dentro de esos locales, los hombres puedan exigir un número razonable de copas por invitación.

"Pero lo más importante de todo", concluye la revista, "es que los hombres deberían inmediatamente reclamar iguales derechos para limpiar, planchar, cocinar y cambiar los pañales de los niños. Sencillamente, no es justo que lasmujeres sigan monopolizando esos trabajos".

(SERVIMEDIA)
06 Abr 1999
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