"The Economist" lleva el asunto a la portada, con la rotunda fotografía de una papelera a rebosar con las páginas del borrador de la Carta Magna europea bajo la frase: "Donde archivar la nueva Constitución Europea".

Según el prestigioso semanario británico, los redactores de la Constitución Europea ha logrado, en su borrador de 200 páginas, la "increible hazaña" de hacer que la arquitectura institucional de la UE sea más difícil de entender que antes.

Para "The Economist", la principa cuestión política que debe resolver una Constitución es garantizar que haya controles al ejercicio del poder por parte de los políticos, y que éstos respondan ante los ciudadanos, algo de lo que, asegura, se olvida la Carta Magna europea.

"La asignación de poderes, llamados 'competencias' en el eurolenguaje, es tan vaga en el borrador que asunto tras asunto los miembros de la Convención no son capaces de explicar lo que sus textos quieren decir", asegura el semanario.