Hoy quedó visto para sentencia en la Audiencia Provincial de La Coruña la demanda civil presentada por Ramón Sampedro, quien solicita que se le reconozca su derecho a que se le aplique la eutanasia o a recibir ayuda para suicidarse, ya que él no puede hacerlo.

El demandante, cuya petición fue desestimada hace dos años por un juzgado de Noia (La Coruña), que alegó deficiencias de forma, no pudo intervenir en la vsta ante la negativa del juez, quien sí escuchó la argumentación de su abogado, Jorge Arroyo, en el sentido de averiguar "si el derecho a morir con dignidad es o no constitucional".

Sampedro, que desde los catorce años sufre una parálisis de las cuatro extremidades, a raíz de un accidente en la playa, aseguró antes de entrar en la sala que "cada vez estoy más firme en mi decisión".

En su primer traslado a La Coruña desde su residencia de Porto do Son, Sampedro declaró que "si la vida tiene sentid, la muerte también debe tenerlo", y agregó: "Si yo acepto mi propia muerte, nadie puede imponerme vivir contra mi voluntad".

El autor de "Cartas desde el infierno", donde critica "la hipocresía de una sociedad democrática en la que se reconoce el derecho a la dignidad pero se niega el derecho a morir", calificó de "burla" el proceso que está siguiendo su caso ante la justicia, y demandó que "si no quieren legalizar la eutanasia, que acepten el suicidio". "Si yo no puedo suicidarme, el Estado debe garntizarme que si alguien me ayuda a hacerlo no va ser castigado por ello".