Cuando un feto corre peligro de heredar ciertas proteínas paternales que le predisponen a la anemia, este tipo de escáner ofrece buenos resultados, según un estudio realizado por expertos de la Universidad de Yale (EEUU). El diagnóstico de la anemia en los futuros bebés emplea normalmente métodos invasivos que pueden causar lesiones, o incluso matar al feto en el vientre materno.

Para evitar estas complicaciones, expertos norteamericanos han aplicado tests de ultrasonido para medir la velocidad del flujo sanguíneo en los fetos y observaron que aquellos con una velocidad un 50% más alta de lo que se considera normal presentaban el mayor riesgo de sufrir anemia.

Los médicos de Yale han puntualizado que este tipo de escáner sólo detecta los casos de anemia más serios, es decir, los que deben ser tratados antes del nacimiento del bebé.

Entre las complicaciones durante un embrazo se halla la falta de hierro en la sangre del feto. Esta circunstancia se puede producir al heredar glóbulos rojos que portan ciertas proteínas procedentes del padre, y que no están presentes en los glóbulos rojos de la madre. Ante esta descompensación, los anticuerpos producidos por las células inmunológicas maternas pueden llegar a destruir los glóbulos rojos del feto, provocándole anemia.