El estudio será realizado por un equipo de esta universidad, que someterá a las participantes a pruebas de ultrasonido, sangre y orina, para comprobar su exactitud.

Actualmente, las pruebas de sangre son las que se utilizan para saber si los fetos padeerán el síndrome de Down, aunque posteriormente otra prueba, la amniocentesis, da un diagnóstico definitivo.

La prueba de orina ha sido desarrollada en la Universidad de Yale y podría tener un 80% de eficacia. Según uno de los investigadores, el doctor Ray Bahado-Singh, las pruebas sanguíneas no detectan el 40% de los casos de síndrome de Down. El trastorno es la principal causa genética de retraso mental, y se da en uno de cada 700 nacimientos.