Rubio, a su llegada a la sede de los cursos de verano de la Universidad Complutense, destacó que estos incendios provocan "un tremendo impacto" que llevan a una situación de "deterioro", consistente en "la perdida instantánea de una cobertura vegetal que ha tardado cientos de años en producirse".

También indicó que esta estimación que calcula los años que se tarda en recuperar una zona arrasada por las llamas "depende de las condiciones climatológicas".

Pero estos incendios tienen otras consecuencias además de la destrucción del medio vegetal ya que, durante el periodo en el que la zona queda desprotegida, el suelo queda a merced de "los efectos erosivos", como pueden ser "las lluvias torrenciales", lo que produce "un deterioro que supone una perdida de la calidad del sistema".

Por otro lado, Rubio pidió que se aplique de forma más estricta la legislación que persigue a las personas que provocan el fuego y que después de cada incendio haya "un seguimiento para averiguar las causas y perseguir legalmente a los que los crean".

El experto en conservación del suelo reconoció que la legislación existente en España acierta, entre otros, a la hora de "eliminar el aprovechamiento perverso" de los árboles quemados por parte de la industria maderera o en situaciones de especulación a través de la estipulación legal de que "durante un periodo de 30 años no se pueda dar una utilización" al terreno incendiado.

Aún así, pidió que las leyes existentes "se apliquen más" y que se haga un esfuerzo para fomentar la cultura preventiva, así como que se intensifique "la vigilancia y la detección inmediata", pues considera que estas dos técnicas son "claves" para que los incendios "tengan una dimensión limitada".

En cuanto a la práctica que consiste en provocar incendios para limpiar el monte y que se da en algunas zonas de España, el presidente de la Sociedad Europea para la Conservación del Suelo advirtió que, "en condiciones mediterráneas, los incendios preventivos implican una desaparición de la cobertura y una dificultad de recuperación".

Por esta razón, cree que este tipo de incendios controlados "sólo podría aplicarse en situaciones de una acumulación tremenda de material inflamable" aunque estos deben ser "siempre muy localizados y muy justificados".