No existe ningún indicio científico para predecir un seismo, ni siquiera en áreas donde están muy avanzados los estudios, como en California (EEUU), según fuentes del Instituto Geofísico de Toledo.

Hasta ahora, los sismólogos han encontrado en la estadística al gran aliado para intentar evitar los daños que ocasionan este tipo de desastres.

Durante los últimos 600 años, en España se suele producir un terremoto destructor cada siglo. El último importante, que superó ls 6,5 grados en la escala Richter, ocurrió en Arenas del Rey (Granada) en 1884, destruyó 17.000 casas, arrasó varios pueblos y provocó la muerte de unas 800 personas.

Las mismas fuentes indicaron que esto no quiere decir que durante esta década la región andaluza vaya a sufrir un movimiento sísmico importante, aunque tampoco se puede descartar esta posibilidad.

Es más, la experiencia demuestra que en nuestro país nunca se ha producido un terremoto que haya superado los 7 grados en la escala Richtr, debido a que los bloques que están empujando son pequeños y ceden con cierta facilidad.

LOS MAYORES TERREMOTOS

Sin embargo, la fractura localizada entre las Islas Azores y Gibraltar, hace que en esta zona el riesgo de un gran terremoto sea elevado. En 1755, un seismo de magnitud 8,6, con el epicentro en la zona de las Azores, destruyó Lisboa y provocó la muerte de unas 60.000 personas.

El terremoto más importante ocurrido en el mundo arrasó una extensa zona de China en 1976, a unos 100 kilómtros de distancia de Pekín, y provocó 240.000 víctimas mortales.

Estos movimientos sísmicos son de proporciones mucho mayores que los que se han registrado en España, donde los más significativos fueron, además del citado de Arenas del Rey, los de Olot-Camprodón (Gerona) en 1428, Carmona (Sevilla) en 1504, Almería en 1522, Málaga en 1680 y Torrevieja (Alicante) en 1829.