La operación supone la segunda fase de la evacuación del país por la intensificación de los enfrentamientos entre las Fuerzas de Defensa de Israel y la milicia chií de Hizbulá, que ha dejado ya más de 2.000 muertos y más de un millón de desplazados.

El Ministerio de Defensa aprovechó una aeronave que volaba para llevar suministro a las misiones en Irak, Turquía y Líbano, para ofrecer plazas en el vuelo de regreso a España.

Gracias a este dispositivo coordinado por el Departamento que lidera Margarita Robles con el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, han salido de Beirut unas 240 personas la pasada semana en dos aeronaves, y en el día de hoy 68 personas, con ciudadanía española y de otras nacionalidades. Entre ellas 20 menores, de los que tres son bebés.

Además, el titular de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, informó el lunes que otros 40 ciudadanos españoles salieron de Líbano en operaciones y en aviones “que han puesto a disposición Portugal, Países Bajos y algún otro país europeo”.

El 3 de octubre Albares afirmó que el Servicio Exterior tenía censados unos 1.000 españoles o ciudadanos con doble nacionalidad residentes en Líbano, de los que habían expresado su voluntad de ser repatriados “algo más de 500 personas”.