Además, el magistrado ponente, José Ruíz Ramo, ordenó el internamiento del procesado en el centro psiquiátrico que estimen los informes del médico forense, en el momento de ejcución de la sentencia.

El juez plantea, asimismo, la posibilidad de sustituir el internamiento en el siquiátrico por la "suminisión a tratamiento ambulatorio".

Los hechos, que la sentencia considera probados, ocurrieron en Soria durante la madrugada del 20 de septiembre de 1992, cuando Minguito instó a Gloria, que estaba con su novio en las proximidades de un parque de Soria, próximo al cuartel de la Guardia Civil, a que mostrase su documentación.

Posteriormente, pidió a la joven que la acopañara a la comisaría, pues era menor y no podía estar en la calle a esas horas.

Tras requerir al novio que les dejase sólos, sin resultado, Minguito se abalanzo sobre él y le dio un puñetazo en la nariz, diciéndole que "le iba a enseñar como se jodía a una tía".

Seguidamente, tras vencer la resistencia de Gloria y forcejear con ella, "atravesó la calle arrastrándola hasta una esquina, a la vez que le decía que quería violarla y que si no accedía, la mataba.

El fallo ha tenido en cuenta la eimente incompleta de disminución del coeficiente intelectual, cifrado entre un 30 y un 40 por ciento menos del normal, pero no contempla la circunstancia de atenuante analógica, por lo cual el fiscal solicitó un año de prisión.

Tampoco acepta el ponente la tesis de la defensa de Gloria que calificó los hechos de violación en grado de frustración y pidió por ello seis años. La sentencia descarta ese extremo porque el condenado no "llegó al acceso carnal".