Según explicó a Servimedia Rafael Fernández, presidente de la patronal de las cementeras Oficemen, durante diciembre pasado las ventas de cemento se redujeron un 25%, siendo las más bajas en ese mes de los diez últimos años, y en un 50% en la primera quincena de enero.

De esta forma, las empresas cementeras han dejado de vender un millón de toneladas en esos 45 días lo que supone casi un 5% de su facturación anual. "Estamos inundados. En especial en Andalucía, las carreteras cortadas, los caminos llenos de barro y las obras inundadas hacen muy difícil la actividad", dijo Fernández.

La incidencia del temporal en el sector cementero se ha visto reflejada también en el cierre del año, que ha arrojado una caída de la facturación de las empresas del 3,9%, cuando estaba prevista un mes antes una reducción del 3,4%.

Fernández aseguró que esta cifra de caída de la ctividad en el sector cementero será muy similar a la de la construcción, ya que el mejor indicador de la marcha de esta última es a su juicio la venta de cemento.

El presidente de Oficemen aseguró que los temporales "no son rentables" para el sector cementero, ya que además de las ventas retrasadas, los desperfectos causados por las lluvias corresponden principalmente a movimientos de tierras o cauces, en los que no es necesario el uso de cemento para su arreglo.