Según un comunicado del Instituto de Astrofísica de Canarias, este telescopio, que pertenece a la Universidad John Moores de Liverpool (Reino Unido), comenzará a funcionar el año que viene y lohará de forma robótica, de modo que las observaciones se llevarán a cabo de una manera automática y autónoma.

Con sus dos metros de diámetro, se convertirá en el telescopio más grande del mundo que no precise control humano. Su cúpula, con su diseño innovador, será completamente abatible.

El telescopio Liverpool está asociado con un programa de divulgación social de la ciencia y la tecnología del Reino Unido. Las imágenes directas que se obtengan con este aparato ilustrarán las charlas públicas dl museo y del planetario de Liverpool.

Profesores y estudiantes británicos también se beneficiarán del Programa para Escolares de este telescopio, y podrán realizar prácticas con él.

Una página web educativa facilitará la comunicación entre el telescopio Liverpool y los colegios y escuelas universitarias que soliciten datos del observatorio. Además, se está desarrollando un programa de procesamiento de imágenes que permitirá a los alumnos trabajar con los datos requeridos.