Espacio

El telescopio espacial Roman explorará la naturaleza de la energía oscura

MADRID
SERVIMEDIA

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) participará en el desarrollo del telescopio espacial Nancy Grace Roman (o telescopio Roman) de la NASA, que se lanzará previsiblemente en 2027 con el objetivo de resolver cuestiones esenciales en el conocimiento sobre la energía oscura, los exoplanetas y la astrofísica infrarroja con el fin de ahondar en la historia de expansión del universo y poner a prueba posibles explicaciones sobre su aceleración.

El CSIC informó este lunes que un grupo de investigación centrado en supernovas, en el que participa el investigador Lluís Galbany del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE-CSIC) y del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC), ha recibido 11 millones de dólares de financiación para desarrollar las herramientas necesarias para utilizar como sondas cosmológicas las miles de supernovas que Roman descubrirá con el fin de desvelar la verdadera naturaleza de la energía oscura que impregna el universo.

El telescopio Roman tiene un espejo primario de 2,4 metros de diámetro, el mismo tamaño que el del telescopio espacial Hubble. Pero, a diferencia de Hubble, que sólo puede observar una pequeña región de cielo, el campo de visión de Roman es 200 veces mayor que el del instrumento infrarrojo de Hubble, logrando captar una mayor región del cielo con menos tiempo de observación. Su instrumento principal, el ‘Wide Field Instrument’, es una cámara que medirá la luz de mil millones de galaxias durante el transcurso de la misión.

Con esta herramienta, uno de los objetivos clave de la misión es determinar la historia de expansión del universo y poner a prueba posibles explicaciones a su aparente aceleración, como la energía oscura y las modificaciones de la relatividad general.

Para lograr este objetivo, la misión llevará a cabo un innovador experimento, con el Sondeo de Altas Latitudes en el Dominio del Tiempo (High Latitude Time Domain Survey, HLTDS, en inglés). Este sondeo permitirá descubrir y medir supernovas de tipo ‘Ia’, una de las sondas cosmológicas más robustas, cuando el universo tenía sólo 2000 millones de años (hace 11500 millones de años), con una precisión y un volumen estadístico incomparables.

El CSIC explica que las supernovas de tipo ‘Ia’ como eventos que tienen lugar cuando una enana blanca, el "cadáver" de una estrella similar al Sol, absorbe material de una estrella compañera y alcanza una masa crítica, equivalente a 1,4 masas solares, lo que desencadena una explosión cuya luminosidad será, dado su origen, similar en casi todos los casos. Esta uniformidad convirtió a las supernovas de tipo 'Ia' en los objetos idóneos para medir distancias en el universo.

(SERVIMEDIA)
18 Sep 2023
GIA/gja