En un comuicado, UGT lamenta que, "por causa del mercado, regulatoria o de gestión", Telefónica tenga que acometer nuevos despidos después del ERE realizado entre 1999 y 2000.

El sindicato tacha de "injusta" esta situación, ya que los trabajadores de Telefónica han hecho "un enorme esfuerzo de adaptación, según las exigencias impuestas por el mercado y fijadas por la política marcada por el regulador".

UGT exigirá que el proceso de ceses esté fundamentado en la voluntariedad, y se tome como referencia el Pan de Acompañamiento Social del anterior expediente de regulación.

La Federación de Comunicación ugetista se compromete a tratar de garantizar el empleo a quienes no quieran acogerse al ERE, así como la eliminación de cualquier medida que implique movilidad geográfica con carácter forzoso.

En función del proceso de negociación que se abra con los sindicatos y de los planteamientos concretos de la empresa, UGT hará una nueva valoración de la situación.