Así lo señalaron este jueves el presidente y el CEO de Telefónica, José María Álvarez-Pallete y Ángel Vilá, respectivamente, con motivo de la presentación de los resultados de la compañía hasta septiembre.

En virtud del acuerdo, la prestación de telefonía fija de Vivo, la marca de Telefónica en el país sudamericano, empezará a estar regulado como autorización administrativa, diciendo adiós al modelo de concesión vigente hasta ahora.

Vilá afirmó que esperan que tras la aprobación definitiva previsiblemente a final de este año, más probable que al inicio de 2025, Telefónica se compromete a realizar inversiones (cifradas en unos 800 millones de euros en la próxima década) y a cambio tendrá un marco regulatorio que le permitirá más flexibilidad y acceso a nuevos clientes.

Por otra parte, preguntado en una conferencia con analistas sobre la situación comercial en España, Vilá afirmó que se está observando una mayor intensidad en la competencia en el sector del low cost.

Sin embargo, dijo que los resultados de su compañía evolucionan de forma positiva en la pugna por las tarifas de alto valor y la fuga a la competencia es la más baja de la última década.