"La adjudicación se ha llevado a cabo con suma transparenia, en un proceso modélico y con la participación de expertos internacionales de primer orden, como Lehman Brothers", dijo Serra a Radio Intereconomía.

A su juicio, el camino que queda ahora por recorrer es largo, pero su grupo pretende ser operativo nueve meses después de la firma del contrato, por lo que el próximo otoño será posible elegir entre Telefónica y el segundo operador, cuyo nombre comercial está todavía por determinar.

"Evidentemente", declaró Serra, "habrá que buscar el consenso ente los distintos accionistas hasta encontrar un nombre adecuado, porque Airtel-Reditel-Sistelcom es demasiado largo y poco comercial".

La inversión prevista por el consorcio supera los 180.000 millones de pesetas. "Somos conscientes de que tienen que pasar entre cinco y siete años para empezar a hablar de beneficios", señaló Serra.

El Consorcio Cometa-SRM, liderado por el Banco Bilbao Vizcaya, anunció el pasado día 3 que estudia la posibilidad de impugnar el concurso de adjudicación de la segunda icencia de telefonía móvil, otorgado por el Gobierno a Airtel, a cuyo frente se encuentran el Central Hispano y el Santander.

Cometa considera "poco explicable una decisión contraria al grupo que más aportación financiera ha ofrecido al Tesoro público, 4.000 millones de pesetas más, sobre la base exclusiva del informe técnico de los consultores de Lehman Brothers y P.A. Consulting".