La carta afirma que la campaña desatada en contra de la contraprogramación es "un ataque a la libertad de gestión y programación" y prodcirá "cuantiosos perjuicios económicos y de imagen, que Gestevisión Telecinco S.A. no está dispuesta a soportar y reclamará inmediatamente ante los tribunales".

La campaña es, según el canal privado, un acto de "denigración", prohibido por el artículo 9 de la Ley de Competencia Desleal porque está dirigida a "menoscabar la imagen, el prestigio y la credibilidad comercial que Tele 5 tiene legítimamente adquiridos y consolidados en el mercado".

En la carta se argumenta que los ataques de las revists están basados, a juicio de Tele 5, en un planteamiento exclusivamente comercial de estas empresas, ya que no existe obligación, ni legal ni de ningún otro género, de comunicar datos relativos a la parrilla de programación de cualquier televisión.

Se recuerda también en el escrito que cualquier canal, ya sea público o privado, debe gozar de "la más amplia libertad", dentro del respeto a la legislación vigente, para programar sus emisiones de la forma que estime conveniente.

"Además", añade, "coniene recordar que, para dar a conocer las ofertas más atractivas de su parrilla, Tele 5 invierte elevadas cantidades de dinero en la prensa diaria, vallas, y en otros medios audiovisuales".