"Si llueve torrencialmente, la erosión podría arrastrar cenizas ricas en nutrientes, las capas orgánicas del suelo y el banco de semillas imprescindibles para que se produzca la revegetación natural del terreno ardido" explicó Jesús de la Fuente, jefe de servicio de Montes e Industrias Forestales de la provincia de Pontevedra.

Replar semillas (sobre todo leguminosas o gramíneas) o despejar zonas que han quedado con escombros de manera cuidadosa para no dañar ni erosionar la tierra o la reforestación, son algunas de las tareas que están realizando los miembros del servicio de montes.

"Hay que tener en cuenta que, en condiciones óptimas de temperatura y humedad, la vegetación puede tardar sólo 15 ó 20 días en regenerarse. Si las condiciones son malas, no hay humedad, la temperatura es fría o llueve mucho, entonces puede tardar entre dos o tres meses", confirmó el especialista.

EVITAR EL ARRASTRE

Los expertos se centran estos días en las técnicas de recuperación."Lo que hacemos es bastante sencillo: ponemos frenos a la erosión creando cordones de vegetación quemada o verde y las colocamos siguiendo la ladera de la montaña para que se enfrenten al agua que discurre por la línea de máxima pendiente".

"De esta forma, y al chocar contra esos cordones, el agua pierde velocidad y capacidad erosiva. Además, se recuperan muchos de sus nutrientes", explicó el técnico a la revista social "Quince días", de Obra Social Caja Madrid.