El relevo de Elena Salgado al frente de la Fundación Teatro Lírico era uno de los objetivos de la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, y del secretariode Estado de Cultura, Miguel Angel Cortés. Ambos expresaron su "desconfianza política" en Elena Salgado, quien ocupó un puesto relevante en la anterior Administración socialista.

El puesto de Elena Salgado no se cubrirá, de acuerdo con la reforma de los estatutos de la fundación, que a partir de ahora será gestionada de cerca por el director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), Tomás Marco.

Tanto Esperanza Aguirre como Miguel Angel Cortés reprocharon públiamente a Elena Salgado que hubiera firmado un contrato por cuatro años dos días después de convocarse las pasadas elecciones generales. Por su parte, Salgado acusó a los nuevos responsables de Cultura de no cumplir el compromiso de mantener el Teatro Real y el resto de las instituciones culturales al margen de los 'vaivenes' políticos.

La dimisión de los patronos Luis de Pablo, Gregorio Marañón, Isabel Penagos y Emilio Lledó dejó sin apoyos a Elena Salgado en el Patronato de la fundación. Sus puestos erán ocupados por Miguel Angel Cortés, Tomás Marcos, el escenógrafo Joaquín Alvarez y el director de la Real Academia de Bellas Artes, Ramón González de Amezúa.

La ministra de Educación y Cultura ha reiterado en varias ocasiones que el Teatro Real se inaugurará en octubre de 1997, como estaba previsto. Sin embargo, no es seguro que el teatro abra sus puertas con "Pársifal" de Wagner, ya que desde el ministerio se considera que se trata de una decisión "secundaria".