Según la resolución difundida hoy por el TDC, las prácticas contra la competencia sancionadas se realizaron "mediante la celebración de contratos con cláusulas de exclusiva y retribuciones muy superiores con los distribuidores y los agentes".

Asímismo, el Tribunal sanciona a Telefónica por prácticas de abuso e posición dominante al mantener un mercado en monopolio, el de la telefonía móvil analógica del servicio MoviLine, y comercializarlo indistintamente y por los mismos canales de distribución que el servicio digital GSM MoviStar.

Esta práctica se agrava porque durante un tiempo se emplearon la misma red comercial y teléfonos de atención al cliente de Telefónica, y por el hecho de que los contratos exclusivos con distribuidores llevan aparejadas fuertes comisiones que hacían más dificil a Airtel ofrecercondiciones económicas que le permitieran desarrollar su red comercial.

Además, el TDC requiere a Telefónica y su filial de móviles para que cesen en estas prácticas, lo que ya se viene haciendo desde que se le impusieron a las sancionadas medidas cautelares con motivo del expediente sancionador.

La sentencia es consecuencia de una denuncia que presentó Airtel en 1996 contra Telefónica y su filial de móviles, en la que además hacia referencia a privilegios normativos como mantener una licencia detelefonía analógica, MoviLine, en régimen de monopolio legal.

Airtel también denunció que Telefónica obtuviera una licencia digital GSM como la suya, sin tener que acudir a un concurso que en su caso hubo de ganar en competencia con otros grupos de empresas, y sin pagar el canon mínimo de más de 50.000 millones de pesetas que el estado requirió al competidor de la principal operadora.