Según la policía, al parecer el ladrón, un joven de nacionalidad china, se asustó al comprobar la cuantía del botín y dejó la cartera en el taxi.

El pasado lunes, el ladrón, aprovechando un descuido del representante en la recepción de un hotel de Valencia, sustrajo el maletín con los diamantes y unas 250.000 pesetas. Tras salir del hotel, se trasladó hasta la plaza del Ayuntamiento y tomó un taxi.

Una vez dentro del ehículo, el ladrón abrió la cartera para ver su contenido y al comprobar que se trataba de piedras preciosas le dijo al taxista que detuviera la marcha y se apeó, dejando el maletín en el asiento posterior.

El taxista no se dio cuenta del "olvido" hasta varias horas después, cuando fue a comer. Al descubrir el maletín y su contenido decidió llevarlo a la comisaría de Gran Vía, donde le confirmaron que se trataba del botín de un robo cometido el lunes. La víctima del robo gratificó al taxista con 50.00 pesetas.