En rueda de prensa, Múgica explicó que el aumento de 50 pesetas en cada viaje de AVE y de unas 3 en los movimientos de cercanías supone, "una vez más", un aumento de los impuestos indirectos que "afecta sobre todoa los más desfavorecidos".

A pesar de esto, el presidente de la OCU consideró que si la tasa sirve para mejorar la seguridad para los viajeros del tren podría ser aceptada, si bien exigió que todo el importe del impuesto se dedique expresamente a la seguridad del viajero. "El Gobierno debería informar primero y luego subir los impuestos, y no a la inversa", concluyó.