No obstante, Martínez Millán estimó, en declaraciones a Servimedia, que sí pueden haber existido conversaciones entre las compañías sobre las dificultades que han pasado por la 'guerra de tarifas' y que pueden haberse avisado previamente de sus intenciones: "Son empresas que, pese a competir a muerte, conviven y comparten servicios comunes".

El pesidente estatal de las agencias de viajes recordó que Spanair y Air Europa demandaron a Iberia a finales del año pasado antes las autoridades de Competencia de la Comisión Europea por bajar los precios por debajo de los costes y añadió que los destinos de cada compañía son tan heterogéneos que hacen difícil pensar en un acuerdo de precios.

No obstante, calificó de "positiva" la investigación abierta por el Servicio de Defensa de la Competencia, para clarificar si ha existido un acuerdo ente las tres ompañías. También justificó la postura de su colega Juan Pascual, presidente de las Agencias de Viajes en Baleares, que calificó de "monopolio manifiesto" la actuación de las tres compañías, porque en las Islas dependen totalmente del transporte aéreo.

Para Martínez Millán, la subida de la cotización del dólar respecto a la peseta no sólo incide en el precio del combustible, sino en los costes financieros de las empresas, que suelen adquirir los aviones mediante 'leasing'. En este sentido, recordó quela compañía belga Sabena subió el precio de sus vuelos la semana pasada.

Las agencias de viajes creen que la subida de las tarifas baratas, de hasta un 20% en determinados trayectos, "no es dramática", porque se aplican sobre cantidades no demasiado abultadas.

Martínez Millán reconoció que dicho aumento de precios puede tener una efecto disuasorio en un primer momento entre los clientes de las compañías, pero a su juicio el mercado se normalizará en unos días.

Igualmente, para las agencias e aumento no tendrá gran importancia, ya que los clientes que se pasen al tren, en vez del avión, adquirirán sus billetes preferentemente en uno de estos establecimientos.