A su juicio, las expulsiones son un acto "de brutal agresión" contra los representantes de los trabajadores de la EMT, por lo que anunciaron que apoyarán las medidas que éstos adopten en defensa de sus intereses.

Con este acto de protesta también mostrarán su oposición "radical" a la subida de las tarifas de transportes en un 7,5 por ciento de media, debida, en su pinión, a la política antisocial de la Administración y, en especial, del Ayuntamiento de Madrid, "que ha retirado 3.000 millones de pesetas a la financiación del Consorcio Regional de Transportes, mientras que se gasta miles de millones en los actos elitistas de la capitalidad cultural".

Para los integrantes de esta campaña, caracterizada por denunciar "la cara oculta de los fastos eventos del 92", el incremento de las tarifas supone cargar sobre los más débiles la solución de los problemas financiers de estos servicios, de los que se beneficia toda la economía de la región.

Asimismo, consideran que dicha subida tarifaria es "innecesaria, abusiva y contraria a los interses de la mayoría", por lo que piden el trasvase a los transportes públicos de las inversiones previstas en carreteras.

Otro motivo de las protestas de estas asociaciones es la actual política de inversiones de las administraciones, destinada, en su opinión, a crear más carreteras de gran capacidad y nuevos pasos subterráneos,"mientras descuidan las necesidades del transporte colectivo".

También denuncian las políticas "antisociales" de los gobernantes, "que favorecen prioritariamente la venta y uso del coche, por encima de otros intereses colectivos, generándose, como consecuencia del progresivo crecimiento del parque automovilístico, un entorno agresivo y contaminado", afirman.