En comparación con el miércoles pasado, la intensidad entre las 7,00 y las 20,00 hoas descendió en un 6,5 por ciento y la saturación en un 11,7 por ciento.

Este descenso fue posible por la positiva respuesta de los ciudadanos a las advertencias realizadas durante los últimos días por la Policía Municipal, con motivo de la visita del papa Juan Pablo II.

Las calles perpendiculares al paseo de la Castellana, como la Carrera de San Jerónimo, la calle Alcalá y el área de Menéndez Pelayo-O'Donnell-Velázquez fueron las que presentaron más problemas, ya que en el resto de la ciudad losvehículos circulaban con fluidez.

Los conductores escogieron rutas alternativas, como Doctor Esquerdo-Francisco Silvela, la M-40 y la M-30, que registró retenciones en los tramos suroeste y sureste.

Hasta las diez de la mañana las mayores complicaciones se registraron en las calles Gran Vía, Velázquez y Alcalá y en la salida por la carretera de Toledo desde la plaza de Fernández Ladreda.

Entre la una y las ocho de la tarde los niveles de circulación disminuyeron con respecto a días anteriore, registrándose únicamente problemas en la M-30, a la altura de Marqués de Monistrol y Puente de Vallecas-Méndez Alvaro.