Durante 10 minutos, de las 12'15 a las 12'25 del mediodía, los operarios de Ikusi permanecieron en silencio para exigir la libertad de Iglesias. Todos ellos portaban un lazo azul bien visible, el símbolo propuesto por varias asociaciones pacifistas para protestar contra este secuestro.

En lo alto de la factoría, un cartel, en euskera y castelano, recordaba que "en Ikusi falta uno" y pedían "libertad para Julio".

Mientras, un representante del comité de empresa señaló que, a pesar de la preocupación, la moral en la empresa está alta y que los trabajadores tienen "muchas ideas e iniciativas".

También manifestó que algunos de los operarios "están bastante lanzados y hay que andarles frenando, porque quieren hacer movilizaciones un poco ya salidas de tono".

Los compañeros de trabajo del secuestrado volverán a reunirse mañana, marte, para estudiar nuevas movilizaciones que podrían efectuar incluso de forma unitaria con la familia, tal y como informó el portavoz, Antonio Elósegui.

Algunos de los empleados de Ikusi se incorporaron hoy a sus puestos de trabajo, tras las vacaciones.

Por otra parte, el Gobernador Civil de Guipúzcoa, José María Gurrutxaga, aseguró en una entrevista publicada hoy por "Diario 16", que las Fuerzas de Seguridad del Estado impedirán, por todos los medios, el pago de cualquier cantidad en concepto de rscate, y que, aunque los más importante es conseguir la liberación de Julio Iglesias, ésta debe lograrse por "procedimientos aceptables en un Estado de derecho".

Asimismo, el Secretario General de los socialistas vascos, Ramón Jauregui, afirmó que la banda terrorista ETA y KAS no van a salir indemnes de este secuestro, porque van a sufrir la respuesta ciudana y van a ser colocados en la diana de la responsabilidad política y social de lo que ocurra con el secuestrado y en el futuro económico de Euskad.