En el estudio, encabezado por Jesús González Enríquez, de la Subdirección General de Epidemiología del Ministerio de Sanidad y Consumo, han participado miembros de la Universidad Autónoma de Madrid, de la Universidad del País Vasco y del Insituto de Salud Carlos III.

El trabajo demostró que una de cada cuatro muertes en varones y una de cada 50 en mujeres son directamente atribuibles al consumo de tabaco.

También analizaron la incidenca del tabaquismo en el acortamiento de la vida de los fumadores. Una de cada tres muertes atribuidas al tabaco son prematuras; es decir, se producen en personas de entre 35 y 65 años.

Tres de cada cuatro muertes por tabaquismo se deben principalmente a patologías como el cáncer de pulmón, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, los accidentes cerebrovasculares o la cardiopatía isquémica.

Los miembros del equipo constataron un incremento medio del 0,1% en la mortalidad atribuible al tabaco, auque aparece distribuida de forma desigual entre sexos (desciente un 0,2% en los varones, y aumenta un 6,7% entre las mujeres).

El estudio concluye que la mortalidad atribuible al consumo de tabaco en España supone un gran número de fallecimientos evitables, y evidencia la insuficiencia de las medidas adoptadas hasta ahora para controlar el tabaquismo.