En la presentación del documento "Mujeres en Europa. Hacia una vejez saludable", Sans explicó que los efectos nocivos del tabaco son los mismos para hombres y mujeres, "si bien existe un mayor número de enfermedades asociadas al consumo de tabaco en mujeres".

El tabaco es una de las causas de la menopausia precoz, además de ser un factor de riesgo importante para la osteoporosis por la pérdida de masa ósea que produce.

Otros de los efectos inmediatos del consumo de cigarrillosen mujeres jóvenes son la bronquitis crónica y las enfermedades respiratorias, con el consiguiente coste de consumo de antibióticos y abstentismo laboral que suponen.

Además, fumar, tanto en la etapa de embarazo como de lactancia, tiene consecuencias negativas para el niño. Los casos de bronquitis y asma en hijos de madres fumadoras aumentan respecto a los de padres fumadores.

En la actualidad, en Estados Unidos, Escocia y Dinamarca, y debido a que en estos países las mujeres empezaron a fumar anes que en España, tanto los indicadores de mortalidad como los de tasas de incidencia de cáncer de pulmón han sobrepasado de largo a la tasa de mortalidad y de incidencia del cáncer de mama.

Sans subrayó que en España, en menos de 10 años se ha pasado del 10% a un 50% de incidencia de cáncer de pulmón entre las mujeres de 25 a 34 años, provocado por la incorporación al mercado laboral y también por las consecuencias de la industria tabacalera, que encontró en las mujeres un mercado nuevo que está expltando con éxito.