Eso es consecuencia, según el sindicato, del artículo 3 de la nueva directiva, que establece quelas nuevas normas para el nivel de alquitrán, nicotina y monóxido de carbono se aplicarán no sólo a los cigarros comercializados en la UE, sino también a las exportaciones a países terceros.

A su juicio, eso supondrá el final de las exportaciones de tabaco desde fábricas europeas, porque los países receptores "mantendrán sus normas y se volverán naturalmente hacia otros suministradores, especialmente asiáticos y norteamericanos".

El resultado, añaden, es que no se rendirá ningún servicio a la sald pública y se destruirán 9.000 empleos de trabajadores ocupados actualmente en la fabricación de tabaco para la exportación.